CAMPAÑA DEL ENFERMO 2014
Como en años anteriores, un mismo tema nos une para realizar la Campaña del Enfermo desde la Jornada Mundial, 11 de febrero, hasta la Pascua el 25 de mayo, VI domingo de Pascua: “Fe y Caridad”.
Cuando el Consejo Pontificio propone este tema pretende hacer descubrir la implicación que tiene la fe, que debe expresarse en la caridad con los hermanos. La caridad se manifiesta como el reflejo operativo de la fe bautismal, tanto para el sano como para el enfermo, e invita a revitalizar el ministerio con los enfermos, la vocación laical tanto de los profesionales como del voluntariado, así como poner en valor el testimonio de tantos iconos de la caridad, junto al que sufre o desde su propio sufrimiento.
Ofrecemos estas sencillas “ORIENTACIONES” como material que puede ayudar a una necesaria preparación y celebración en los diferentes ámbitos –nacional, interdiocesano, diocesano y local– a las Delegaciones Diocesanas y, por ello, a cuantos deseen colaborar activamente para lograr que la Campaña sea una realidad pastoral fecunda en nuestra Iglesia.
Madrid, enero de 2014
RAzones PARA ELEGIR el tema y ENFOQUE DE LA CAMPAÑA
La Campaña de este año está en continuidad con el tema profundizado en el curso pasado por toda la Iglesia: la fe. Pero en este caso en su dimensión ad-extra. La relación íntima del bautizado con Dios no puede quedarse sólo en eso, sino que llama a amar con el mismo amor al hermano, en especial al que sufre. Un amor que transparente el del Padre, encarnado en el Hijo y derramado en nuestros corazones gracias al Espíritu Santo que se nos ha dado. Ese amor derramado en nosotros tiene necesariamente que derramarse en nuestras relaciones y en nuestra acción pastoral, sino ‘nuestra fe será vacía’, como nos recordaba Santiago. A continuación indicamos las razones del tema y el posible enfoque.
1. El sentido de Iglesia y vivencia de comunión uniéndonos a la propuesta del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud al ofrecer como tema para la Jornada Mundial del Enfermo 2014: “Fe y Caridad”, con el lema: “También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos”.
2. La Campaña del Enfermo está en continuidad con el Año de la Fe «El Año de la fe será una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad. La fe y el amor se necesitan mutuamente […] Muchos cristianos dedican sus vidas con amor a quien está solo, marginado o excluido […] porque en él se refleja el rostro mismo de Cristo. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Señor resucitado […] y es su mismo amor el que nos impulsa a socorrerlo, cada vez que se hace nuestro prójimo en el camino de la vida.» (Porta Fidei 14).
3. La Caridad es una consecuencia de nuestro ‘ser bautizados’. Dios es Amor, y nosotros fruto de ese amor, creados para amar, y es sólo ese amor el que nos capacita para vivir una respuesta de amor, de fe, no hay otro. Se trata de un encuentro entre Dios y el amado/a. “Sólo el encuentro con Dios permite no ver siempre en el prójimo solamente al otro, sino reconocer en él la imagen divina, llegando así a descubrir verdaderamente al otro y a madurar un amor que es ocuparse del otro y preocuparse por el otro” (Benedicto XVI, Encíclica Caritas in veritate 11).
4. También hay una correlación esencial entre Eucaristía y Caridad. Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “la Eucaristía entraña un compromiso en favor de los pobres. Para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregados por nosotros debemos reconocer a Cristo en los más pobres, sus hermanos” (CIC, 1397).
5. Hay una primera llamada en el tema dirigida a volver a las fuentes de nuestra vocación cristiana. No sólo de los que nos dedicamos a los enfermos, sino de todo creyente. Una segunda llamada, a no quedarnos en un servicio social, sino devolverle su auténtico sentido de fe. Y una tercera, a revitalizar el valor del testimonio personal y comunitario tanto de los capellanes, profesionales sanitarios y voluntarios, el asociacionismo católico, como del testimonio de tantos enfermos y familias que se convierten en icono de la caridad allí donde están, y donde comparten su fe y su vida.
6. Cada Campaña del Enfermo es, o ha de ser, tiempo de Nueva Evangelización. «El mundo de la salud y de la enfermedad es hoy, igual que ayer, lugar privilegiado para la nueva Evangelización: Jesús anuncia el Evangelio del Reino curando, y confía a sus discípulos la misión de curar» (Mt 10,1) (Congreso Iglesia y Evangelización). «El otro símbolo de autenticidad de la nueva evangelización tiene el rostro del pobre. Estar cercano a quien está al borde del camino de la vida no es sólo ejercicio de solidaridad, sino ante todo un hecho espiritual.» (Mensaje Sínodo 2012, 12).
7. El cartel de la Campaña 2014 trata de mostrar estas ideas. Partiendo de saber que va a estar presente en hospitales, residencias y otros lugares de evangelización misionera, hemos querido resaltar en él dos imágenes simbólicas: un corazón roto y unas tiritas (en forma de cruz). Es sencillo, a la vez que reclama la atención. Estamos llamados a curar los corazones heridos y rotos, por la enfermedad y la vida. La cruz (de Cristo, la de tantos que han entregado su vida –ésta se parece también a la de S. Andrés-, y la nuestra) es redentora, sanadora. La salvación crucificada cura y salva.
8. Llamados a vivir la Caridad. El lema de esta Jornada “dar nuestra vida por los hermanos” es una llamada a salir de nosotros mismos, a entregar nuestra vida y nuestros esfuerzos por los hermanos, especialmente los enfermos que más nos necesiten. En la clave del Papa Francisco que nos llama a ir a las “periferias existenciales”. No son acciones puntuales, sino un estilo de vida: “la caridad no es un simple asistencialismo, y menos aún un asistencialismo para tranquilizar conciencias. No, eso no es amor, eso es comercio, eso es negocio. El amor es gratuito. La caridad, el amor, es una elección de vida, es una forma de ser, de vivir. (Papa Francisco, Discurso con los pobres y los presos en la catedral de Cágliari).
9. Enfermo, Caridad y crisis. También nos llama a situarnos en el contexto social y sanitario actual de crisis, en el que aparece el tema de la justicia como central: hoy ya hay gente que tiene dificultades para el acceso pleno a los medicamentos o a la asistencia. Ante esta situación debemos optar como Iglesia por los más pobres, por los desasistidos. Poner a la persona y el bien común en el centro y la economía siempre al servicio de la persona (Papa Francisco, Discurso al mundo del trabajo, Cágliari 2013). La Iglesia, como institución, muchas veces acoge y suple las deficiencias de la sociedad, aporta reflexión desde la dimensión de justicia y denuncia las situaciones de abandono. “El gesto de la caridad, al mismo tiempo, debe ser acompañado por el compromiso con la justicia, con una llamada que se realiza a todos, ricos y pobres”. (Mensaje Sínodo 2012, 12).
10. Los Enfermos. «Contamos con vosotros para enseñar al mundo entero qué es el amor», decía el Mensaje del Vaticano II a los enfermos. También para el enfermo, aún en su situación, la enfermedad no tiene por qué llegar a ser su único horizonte, que le impida vivir la caridad hacia los demás, empezando por su familia y personal sanitario. Tenemos muchos ejemplos de cómo -aún en la debilidad- es posible dar mucho amor y hacer mucho bien. No son raros los casos en que el Espíritu convierte a enfermos en auténticos iconos de la caridad, y que nos llevan a preguntarnos a los sanos de dónde sacan las fuerzas, y qué espíritu les anima.
11. La familia. Tener presente a los sufridores silenciosos, la familia: muchas veces necesita apoyo, cercanía, escucha y ayuda para vivir de manera más sana, humana y cristiana la enfermedad de su ser querido. Ellos son el rostro diario de la caridad junto al enfermo, pero necesitan también sentirse amados por Dios y por la comunidad de fe.
12. Los jóvenes.Que el amor de Cristo por nosotros aumente vuestra alegría y os aliente a estar cerca de los menos favorecidos. Vosotros, que sois muy sensibles a la idea de salir y dar la vida por los demás, no paséis de largo ante el sufrimiento humano, donde Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer. “Sigan superando la apatía. Sean constructores del futuro. No balconeen la vida, métanse en ella”. (Palabras del Papa en la Celebración de envío de la JMJ 2013.)
13. Los Profesionales Sanitarios y los Voluntarios. Estas experiencias se extienden a todos los que ejercen de manera desinteresada el propio servicio al prójimo que sufre, destinando a ello tiempo y fuerzas que nacen de su ser bautizados. (Salvifici Doloris, 29). Vosotros sois «reservas de amor», que lleváis serenidad y esperanza a los que sufren. Descubrir vuestro testimonio de caridad, y alentaros diariamente, es una tarea de esta Campaña. Lo hacía el Papa Francisco en el Instituto Seráfico de Asís: “desde este lugar en el que se ve el amor concreto, digo a todos: multipliquemos las obras de la cultura de la acogida; obras animadas, ante todo, por un profundo amor cristiano, amor a Cristo crucificado, amor a la carne de Cristo; obras en las que la profesionalidad y el trabajo cualificado y justamente remunerado han de unirse con el voluntariado, un tesoro precioso”.
14. Los Religiosos y Religiosas. “Cuidar a los enfermos en nombre de la Iglesia, como testigos de la compasión y ternura del Señor, es el carisma propio de las comunidades religiosas” (RUPE, 57).La Historia de la Caridad, historia necesitada de ser escrita, está repleta de tantos santos de comunidades religiosas que aún hoy son ejemplo vivo y estímulo constante de acción caritativa para multitud de cristianos.
15. Los Obispos y Sacerdotes. «Aunque se deben a todos, de modo particular, sin embargo, se les encomiendan los pobres y los más débiles… tengan la mayor solicitud por los enfermos y moribundos, visitándolos y confortándolos en el Señor» (PO, 6). En una cultura de la indiferencia, donde se ‘desecha’ a pobres, enfermos y ancianos, “tengan el valor de ir contracorriente (…) contemplando, adorando y abrazando a Cristo en el encuentro cotidiano con él en la eucaristía y en las personas más necesitadas”. (Papa Francisco en la Misa con los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas. JMJ 2013)
16. Las comunidades. Requiere en todos los cristianos una conversión de mente, corazón y obras para conformarse a la caridad de Dios. Porque la atención a los enfermosno es “monopolio de nadie, sino deber y responsabilidad de todos” (Evangelium Vitae, 90).La caridad no delega a otros la tarea, la asume por sí misma. “Donde hay una cruz que llevar, ahí está María, ahí debe estar la Iglesia”, nos decía el Papa en la JMJ de Río 2013 (Hospital S. Francisco de Asís).
OBJETIVOS DE LA CAMPAÑA
1. Sensibilizar a los creyentes sobre la necesidad del compromiso con los que sufren, que nace de su ser bautizados. Y a la sociedad entera sobre la necesidad de romper con la cultura de la indiferencia ante el sufrimiento y los que sufren hoy; de descubrir su situación y sus causas, y comprometernos activamente tanto en la sociedad como en la Iglesia.
2. Iluminar, revisar y purificar nuestras actitudes y comportamientos con los enfermos y los que sufren a la luz de Jesús y de su Amor-Caridad hacia ellos, hasta dar su vida.
3. Promover el compromiso de la comunidad cristiana y de la sociedad con los que sufren, que se traduzca en acciones realistas y creativas, individuales y colectivas, de atención a los mismos.
4. Celebrar la fe y los signos de la Caridad hoy: de enfermos, familias, profesionales, instituciones, voluntariado, etc., difundir, apoyar y agradecer su tarea y entrega.
Destinatarios de la Campaña
· Los enfermos y sus familias.
· Los Profesionales de la Salud.
· Los servicios de asistencia religiosa de los hospitales.
· Las instituciones sanitarias y sociosanitarias, especialmente las de la Iglesia.
· La jerarquía de la Iglesia, los Organismos de promoción y decisión pastoral y las Instituciones docentes de la Iglesia en el campo de la Pastoral.
· Las comunidades cristianas y equipos de pastoral de la salud.
· Las congregaciones religiosas: educación, sanidad y vida contemplativa.
· La sociedad en general.
Materiales de la Campaña
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Estampa/oración
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Mensaje de los Obispos de la CE Pastoral
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Guión de la Liturgia del Día
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Catequesis
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Cartel
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Jornada del Enfermo en la Diócesis
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Pascua del Enfermo 2014
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Mensaje del Santo Padre Francisco
Actividades para el desarrollo de la Campaña
1. En el ámbito nacional
· Dedicar al tema las XXXVIII Jornadas Nacionales de Pastoral de la Salud (Septiembre 2013)
· Abordar el tema en las Jornadas o Encuentros que organizan las Comisiones del Departamento.
· Difundir el tema en los medios de comunicación social de ámbito estatal (prensa, radio y televisión).
· Evaluar al final la marcha y los resultados de la campaña.
2. En el ámbito Diocesano e Interdiocesano
· Elaborar el “Proyecto concreto de la Campaña en la diócesis”.
· Implicar en el desarrollo de la Campaña a todos los Sectores de la Delegación.
· Interesar a las comunidades cristianas de la diócesis, empezando por sus pastores, e implicar a todos en las actividades de la Campaña.
· Motivar sobre la importancia y los objetivos de la campaña a los Servicios de Asistencia Religiosa de los hospitales y a las comunidades parroquiales y ofrecerles sugerencias prácticas sobre actividades para desarrollarla en su medio.
· Dedicar al tema las Jornadas Diocesanas (e Interdiocesanas) de Pastoral de la Salud.
· Organizar un encuentro de oración.
· Difundir el tema en los medios de comunicación social de ámbito diocesano (prensa, radio y televisión).
Nota importante. La Campaña del Enfermo en la Iglesia española comprende la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo (11 de febrero) y la celebración de la Pascua del Enfermo el VI domingo de Pascua (25 de mayo).